El Terremoto de 1928
Autor: Anónimo, Octubre 02, 2009. Publicado 9:45 am.
La paz de la tranquila ciudad de Jaén, fue interrumpida el 14 de Mayo de 1928, por un movimiento sísmico que tuvo la intensidad de un terremoto que redujo a escombros toda la población, derribando los edificios fruto de un lento esfuerzo realizado en el transcurso de muchos años; no quedo una sola casa en pie. El siniestro tuvo lugar a las 5 de la tarde; redujo a escombros al templo, la casa Municipal y todas las casas eran de adobes fueron derrumbadas por el fatal movimiento sísmico, retrazando el progreso el progreso alcanzado a los tiempos primitivos, e infiltrando en el ambiente de la población un espíritu de pesimismo y marasmo del que no han podido sacudirse por mucho tiempo sus habitantes.
Este movimiento desvío a su antiguo lecho las aguas del rio Jaén, trayéndolas al costado de la cuidad, apartándolas medio kilómetro de su antiguo cauce.
El Incendio de 1947
Autor: Anónimo, Octubre 02, 2009. Publicado 10:45 am.
El día 27 de Agosto de 1937, siendo las 4 de la tarde, fue sorprendida la población por un voraz incendio que se inicio en la casa de Doña Araminta Quijano de Loayza, situada en la calle Cajamarca, que arrasó con más de la tercera parte de la población, pues fueron reducidos a cenizas más de 50 casas, entre habitaciones y comercio. Se quemaron las Oficinas Públicas, la Subprefectura, la Oficina de Correos, el Juzgado de Primera Instancia, la Radio, la Beneficencia Pública, la Casa Cuartel en Construcción y la Oficina de la Caja de Depósitos.
Seria largo enumerar el nombre de todas las personas damnificadas por este siniestro y solo haré referencia del establecimiento Comercial de don Cristóbal Delgado, el principal comerciante de Jaén en aquél entonces; su tienda se quemo íntegramente, pues el dependiente cerro la puertea por tener entre la mercadería gran cantidad de explosivos (dinamita) y no se acercó por temor a una explosión. El telegrafista Cervantes logró salvar los aparatos, no así el archivo que se quemo totalmente. Inútiles fueron los esfuerzos que se hicieron por dominar el siniestro, las llamas favorecidas por el viento, la falta de elementos para combatirlo y el hecho de ser todas las casas de quincha y muchas sin enlucir y tener los techos de paja seca, favorecían la propagación del fuego, que en menos de 3 horas dejó un saldo triste y desolador; y muchísimas familias quedaron sin hogar y con la hambruna consiguiente.
De las investigaciones practicas por la policía, llego a comprobarse que una domestica menor de edad al servicio de la señora Quijano de Loayza, a esa hora preparaba el chocolate en la cocina y a la vez freía en un sartén camotes; sin saber cómo, se volteó la sartén y la manteca con e fuego produjo una llamarada que hizo prender el techo de la casa que era de paja, propagándose el fuego a las casa vecinas y a la población. Según la valorización hecha por la policía, las pérdidas ascendían a la suma de 100 mil soles, sin valorizar los archivos de las oficinas Públicas. El Gobierno de entonces del general Benavides, destino un subsidio de 5 mil soles y la Municipalidad de Lima acudió también con uno de 500 soles que fueron distribuidos entre los damnificados, a prorrateo.
El Incendio de 1940
Autor: Anónimo, Octubre 02, 2009. Publicado 10:45 am.
En la madrugada del 3 de Marzo de 1940 a las 3 de la madrugada, se produjo el segundo incendio que asoló a la ciudad. Parece que la fatalidad perseguía con las desgracias a Jaén, que venía reponiéndose del primer incendio del año 37. No se pudo llegar a conocer con plena seguridad el origen del fuego que se inicio en la casa de Doña Petronila Dávila, en la calle Comercio, ahora Cap. Diego Palomino, que la tenía arrendada Don Adriano Villanueva. Circularon muchos y variados rumores al respecto; aún se creyó que habían intervenido manos crimínales. La policía no pudo descubrir nada concreto, por la hora en que se inicio el incendio a pesar de sus investigaciones.
La versión más insistente fue, que se había dejado candela en la cocina de una casa, la que avivada por el viento formó llama que transmitió a la paja del techo y produjo el siniestro. El pueblo acudió solicito y abnegado a la llamada que se hizo por medio de la campana de la iglesia que está en la plaza Principal, pero nada pudo hacer ante el terrible elemento que implacable redujo a cenizas la mayor parte de la población. Las autoridades dictaron las medidas necesarias para conjurar el peligro, pero todo fue inútil y estéril.
Este incendio, además de comerciantes y vecinos que perdieron sus mercaderías y casa habitación con la mayor parte de sus enseres se quemó, el local de la Municipalidad, Jefatura de Línea, Oficina de Censo con todo su archivo, la Plaza del Mercado, felizmente no lamento pérdidas humanas, a pesar de la hora (de noche), y solo se registraron leves lesiones en algunas personas que procuraban salvar algo de sus enseres. Las pérdidas fueron grandes, solo se salvaron algunas casas de adobes y techo de tejas, ya que a raíz del primer incendio se comenzó a utilizar esos materiales.
Artículos tomados de: conociendojaen.com